KANT

KANT
Humor

martes, 27 de octubre de 2009

¿Q piensa sobre el performance?






Entrevista formulada por Club8, con el soporte del Departament de Cultura i Mitjans de Comunicació de la Generalitat de Catalunya, para una investigación sobre performance y nuevas nociones en 2010...








AHI VAN MIS RESPUESTAS...

Paola González/Costa Rica/22



¿Cuánto tiempo hace que estás relacionado con el mundo de la performance? ¿Qué tipo de labor tienes: comisario, crítico, performer, docente,...?

Hace 2 años tuve mi primer encuentro con la performance,este año inicié estudios de performance en la licenciatura en artes escénicas de la Universidad Nacional , he realizado múltiples acciones  y junto a un grupo de compañeros hemos creado un taller de educación e introducción al arte del performance llamado Tentáculos de Intervención.

¿Qué entiendes por performance hoy?

El arte del cuerpo, aquel que busca transmitir hechos comunicativos artística y estéticamente a partir del cuerpo y su accionar. El límite entre todas las artes, entre lo público y lo privado.
¿Qué crees que no es performance?
Otras formas artísticas… teatro, improvisación teatral o dancística, danza, música, fusiones artísticas previamente elaboraboradas, ensayadas y estructuradas, todo hecho artístico que haga la diferencia entre el espectador y el ejecutante.


¿Qué elementos crees que conforman la performance?

Concepto, tiempo, espacio, acción y performer

¿Qué es performático?

Cualquier evento humano que se analice desde los ojos de la performance. El performance y los estudios del performance introducen herramientas para analizar las conductas sociales desde un nuevo enfoque, un análisis de las dinámicas humanas a partir de las combinaciones y el tratamiento del tiempo, el espacio, las acciones que se elijen y quiénes las ejecutan.

¿Qué importancia crees que tiene el cuerpo dentro de la performance? ¿Puedes argumentarlo?
Una muy grande. El performance básicamente requiere de un cuerpo vivo, en riesgo, en un estado de transformación y dinámica constante que transmita lo que le sucede y los pensamientos que se generan de ese mismo cuerpo. Un performance sin cuerpo se convierte en una instalación, un ready made, un enviroment, una pieza más para ser vista y contemplada. En el performance el cuerpo es la obra de arte.

¿Qué importancia crees que tiene la presencia en vivo en la performance?

Es importante, pero gracias a las intervenciones tecnológicas y a los recursos multimedia se pueden hacer cosas impresionantes con la teleprescencia, con el cuerpo que está en un tiempo real en un espacio ficticio, jugando un rol importante a nivel ilusorio pero real, por lo que podríamos decir que esta ha de ser sustituida por una virtualidad real que juego el mismo papel no a través de la piel del artista, sino que gracias a la mediación de las proyecciones visuales, las transmisiones sonoras, y una serie de recursos que permite que el enunciado “en vivo” nunca más tenga el mismo significado a nivel contextual, semántico y semiótico.

¿Consideras fundamental que sea el propio artista el que ejecute la obra que ha creado? ¿En caso de respuesta negativa, puedes argumentarlo?

No, porque todo radica en el concepto que exista detrás de la acción propuesta y de la búsqueda de un mensaje particular. Muchas veces una acción implica para su ejecución la búsqueda de cuerpos distintos, para reproducir desde lo externo a mí que como artista he creado un pensamiento. Generalmente, el artista a si mismo no se puede ver, observar, no puede conocer aquello que le pertenece y que muchas veces la reproducción o la ejecución por otros performers le aporta riqueza y amplitud a esa idea inicial, más allá solamente unos ojos.

¿Qué papel otorgas al público dentro de la performance?

En el performance el público como tal es un concepto que no existe. Dependiendo de la forma que se elija utilizar siempre aquellos que observan tienen un rol fundamental y dan la pauta para desarrollar y guiar la acción hacía diferentes sitios. En las intervenciones a espacios públicos todos los que habitan y comparten la dinámica son participes de la acción que irrumpe, aunque no lo hagan directamente, es decir el público, el espectador, aquel que solo ve no tiene validez para una forma artística que se aleja totalmente de la contemplación y la sublimación del arte. Si el performer está consiente de que la gente que le observa marca también la pauta para el desarrollo del accionar lo habremos logrado.


¿Qué cambios crees que el uso de las nuevas tecnologías (vídeo, internet, etc) han producido en la manera de hacer y entender la performance actual?
Los mismos cambios que esas tecnologías han hecho en nuestra manera de ver el mundo y vivir la vida cotidianamente. Tal vez porque yo no hice performance antes de que existiera el acceso tecnológico y porque existe una brecha generalcional entre aquellos que sufrieron los cambios y los que nacimos cuando ya todo era así es que creo las tecnologías recientes permiten ir más allá, permiten pensar y vivir en la ilusión, en llegar hasta los límites, en romper toda barrera geográfica y temporal.


El performance que se nutre de estos y todos los demás sucesos que impliquen transformación, lo único que hace es experimentar con más posibilidades y llevar al cuerpo a otra dimensión de significados mediatizados por un proyecto de homogenización global de los lenguajes y de las maneras de adquirir sentido.


Si eso ideológicamente y políticamente está cercano a no la cubrir las necesidades de sensibilización de los seres humanos es otra cosa…

¿Qué importancia concedes al sentido dentro de una obra de performance?
Cualquier cosa que se haga dentro de un conepto, con una idea concreta por más abstracta que sea genera sentido. El sentido es algo implícito en las acciones humanas, en lo icónico, lo simbólico y lo que se relaciona con la cultura y las sociedades de los seres humanos.


Ahora la narrativa, la linealidad y la manera en que a nivel de estructura se decida o no hacer un performance es otra cosa.


Sin embargo, yo abogo a que si existe una idea que genera un concepto y hay un cuerpo ejecutando necesariamente hay sentido, que sea fácil, difícil de entender, abstracto, conceptual o concreto es otra cosa.


Dentro de la práctica artística actual, ¿consideras que la performance tiene un discurso unificado?

No. Y no debe tenerlo, porque gracias a esa diversidad discursiva es que el performance se mantiene cómo un arte necesario e interesante, sobre todo en América latina, el performance se ha convertido en una herramienta para decir todo aquello que se necesita de las maneras más creativas y artísticas que nadie se imaginaria, y gracias a que muchos y muchas tienen discurso diadversos y conceptos diferente sobre la performance es que podemos seguir accionando en una ambigüedad peligrosamente interesante.

¿Consideras positiva la preparación y el ensayo previo de una performance? ¿Qué papel juega la improvisación en vivo en una performance?
La preparación sí, el entrenamiento también, el performer que prepara su cuerpo y sus sentidos puede llevar su arte cada vez más lejos, pues es un proceso de reflexión y conexión consigo mismo que le permite estar despierto y sensible al medio ambiente que le rodea. El ensayo y la improvisación son dos temas que se depositan en las prácticas del performance ya que los performistas muchas veces anteriormente has tenido algunas otras prácticas artísticas, y generalmente el ensayo brinda un sitio seguro para quién está accionando, pero, por lo menos yo, considero que el performance es un juego muy avanzado en cuanto a la aceptación del riesgo, y para poder ejecutar una acción realmente viva la seguridad limita los círculos de acción. Hay que estar listo y siempre ir más allá, si se tiene claro qué se hace, por qué, y para qué ensayar se transforma en otra ambigüedad.

La improvisación es un hilo conductor del desarrollo de todos los seres humanos, artistas o no, las personas nos enfrentamos a la vida sin un guión previo, el performance es exactamente eso, una manifestación artística de la vida, por lo tanto siempre se va a improvisar, en tanto el performer esté preparado a los estímulos del espacio, de la gente que le rodea y demás no debe preocuparse extraordinariamente por nada.

¿Estás de acuerdo con la afirmación: “La performance se ha convertido en un género artístico con su propio lenguaje”? ¿Puedes argumentarlo? Si has respondido afirmativamente, define ese lenguaje.

Si, porque han unido muchas cosas que potencialmente generan significado para manifestar cosas inherentes al ser humano, y su vehículo ha sido el propio ser humano con la primer herramienta que se presenta ante el mundo: el cuerpo.

Además, los estudios de la performance han llevado a la observación y el análisis de las conductas humanas a un nivel menos cientifísta y más sensible. Cuando reflexiono sobre esto realmente me pone muy feliz ver cómo el performance se ha ido quitando de encima los estigmas de la modernidad para convertirse en el arte de la sensibilidad y la sensibilización.

lunes, 24 de agosto de 2009

El amor por los caminos del bosque

CONSIDERACIONES A PARTIR DEL ENSAYO EL ORIGEN DE LA OBRA DE ARTE DE MARTIN HEIDEGGER

El origen se plantea como punto de partida, de encuentro y desencuentro en El Origen de la Obra de Arte de Heidegger.

En primera instancia para llegar a definir ¿qué es arte? ó ¿cómo podemos hacer de la cosa un hecho artístico? Necesitamos comprender el origen y la naturaleza de la cosa misma.

La cosificación de las cosas para Heidegger es un hecho necesario y natural, por cuanto necesitamos reconocer todo lo que nos rodea lo podemos hacer a través del material y la forma y esto a su vez se convierte en el campo mismo donde la cosa puede ser artística (o un objeto de arte).

Esto sucede porque bajo los laberintos del lenguaje fijamos conceptos representativos (representaciones) de las cosas mismas y estos conceptos muchas veces quedan supeditados a diversos esquemas conceptuales, dentro de los cuales podríamos pensar en situar las teorías de estética y arte. No obstante, no podemos aferrarnos a ello puesto que los conceptos de materia y forma pueden ajustarse a casi cualquier otro campo no referente al hecho artístico.

Aún más allá, el problema de la definición de obra de arte se torna más complejo por cuanto se involucran los valores utilitarios de la cosa y la representatividad de los conceptos frente a la cosa real o la cosa en sí misma.

Para Heidegger, los caracteres de utilidad y de elaboración, son los que determinan los valores que se pueden entender cómo artísticos. En tanto una obra de arte posee un valor utilitario y está elaborada para un fin (en este caso, la contemplación o el goce estético) entran en juego una serie de factores estéticos que pueden contener racionalmente la experiencia del arte como obra y no como proceso.

En las diferentes tendencias artísticas a través de la historia se ha tratado de definir o configurar qué es y qué no es una obra de arte basándose en los más diversos criterios de selección, sin embargo siempre se ha aclarado que el arte es el resultado de un proceso interno de aquel que lo produce, que busca exteriorizar su criterio de una manera sensible que va más allá de la comunicabilidad del lenguaje y que pueda ser leída de diversas e inclusive, opuestas maneras por terceros.

La filosofía, no obstante, se ha encargado de desenmarañar los procesos de pensamiento y razonamiento que hay detrás de los objetos/ sujetos, es decir, de las cosas. Es por ello que para la filosofía Heideggeriana la contemplación es un punto de partida para definir los caracteres de utilidad y elaboración, y es por ello que la obra de arte representa un ponerse en la obra de la verdad.

En el ensayo sobre El Origen de la Obra de Arte existe un claro conflicto sobre si el arte corresponde a un esquema más de representación, como lo es el lenguaje, o si su verdad radica en quién interpreta una representación cargada de una energía mana, algo que está más allá del logos y que la propia filosofía no puede definir.

El arte escruta los caminos de la verdad, la verdad como aquello incognoscible, intangible. Aquello a lo que se aspira a conocer pero que parece inalcanzable, a la totalidad del ente:

“Así pues, en la obra no se trata de la reproducción del ente singular que se encuentra presente en cada momento, sino más bien de la reproducción de la esencia general de las cosas”.[i]

Pero no podemos reducir la obra de arte a aquello que es un utensilio dotado de un valor estético añadido, y es entonces donde nos damos cuenta que la estética juega un papel fundamental en la valoración de obras de arte.

La estética para Heidegger conlleva a una separación de los conceptos tradicionales o de lo que podemos sobreentender como estética, como aquello que busca la apretura, el des encubrimiento, la verdad de lo ente.

Ese carácter individual de cada obra nos lleva a determinar su autosubsistencia, ese ser-obra de la obra en sí misma. Esto implica una separación del artista de la obra, algo muy tradicional en las bellas artes. Sin embargo en el arte del siglo XX hay un asomo a un cambio de valores estéticos sobre la propuesta de Heidegger, pues la separación entre el artista y la obra no se el fin último de la nueva obra de arte.

Para determinar los valores estéticos propios del ser-obra, hay que tomar en cuenta la capacidad transformadora de la propia naturaleza que el arte posee y su carácter de simultaneidad, pues contienen múltiples acepciones correspondientes a aquello que es el arte o lo artístico.

Sobre la estética y su relación con la metafísica podemos observar como desde Ser y Tiempo, Heidegger opone a la metafísica como doctrina y la impone como una búsqueda de la verdad que es constante e inconclusa.

La metafísica para Heidegger tiene el papel fundamental de hacer preguntas sin encontrar respuestas definitivas, más bien respuestas transitorias que buscan alimentar la duda. Esa duda inicial es la que estimula a una búsqueda de conocimiento que es inherente al ser humano, por lo que el ser metafísico, el hacer metafísica no pueden constituir principios abstrusos u operaciones fijas, sino que más bien radican en el cambio e inestabilidad que produce esa continua duda que no se responde jamás.

Ahora, ¿Por qué es que podemos relacionar la metafísica con el arte si sus naturalezas son diferentes?

En el análisis del Origen de la Obra de Arte podemos dilucidar que existe una suerte de desocultación del ente (Aletheia) que se manifiesta en la obra de arte mediante afirmaciones como que la verdad acontece en la obra[ii], tomando como esto la concordancia entre el conocimiento y la cosa.

Tomando el desocultamiento como un hecho, un acto que va en búsqueda de una afirmación absoluta de la esencia del ser. Sin embargo, entre el ocultamiento y el desocultamiento existe una etapa intermedia que subyace en el encubrimiento.

El encubrimiento es ese intermedio donde se disimula, donde la presencia tiene un punto de ocultamiento y un punto mínimo de presencia, un estado transitorio del ente. El ocultamiento a diferencia de este estado anterior no es un estado dado simplemente, es un acontecimiento.

Hay un constante vacío que se encuentra en los límites de lo no seguro, de lo desconocido que es donde opera esta suerte y es ahí donde le es útil a los fines artísticos.

El arte en sí necesita de ese vacío metafísico, de esa abstención de lo absolutamente verdadero, para poder originarse en la cosa, la cosa útil, la cosa destinada a fines apreciativos donde soslayen las representaciones de lo no- verdadero.

Si nos enfrentamos con ello al problema sobre lo que es verdadero y lo que no es verdadero encontraremos que aquello que se encuentra sobre un elemento no dominado es un elemento oculto, porque no se conoce. Es la procedencia de la esencia:

“En la obra obra el acontecimiento de la verdad. Pero lo que obra en la obra está, por lo tanto, en la obra. Por consiguiente, aquí ya se presupone la obra real como soporte del acontecimiento.”[iii]


[i] Martin Heidegger, Caminos de bosque, traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte, Madrid, Alianza Editorial, 1996, p. 32.
[ii] Este enunciado aparece en varios de los textos bibliográficos tanto como propias de Heidegger como de otros autores que hacen referencia a este tema.
[iii] Martin Heidegger, Caminos de bosque, traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte, Madrid, Alianza Editorial, 1996, p. 44.

+ info: plunazul@gmail.com, lunazul_p@hotmail.com

martes, 14 de abril de 2009




El teatro y la vida... dos caminos hacía el estudio de la metafísica